sábado, 13 de noviembre de 2010

Párpados y pensamientos fuera de sincronía

Sospecho del Lextor. El Rivotril es un placebo. La leche caliente no convenció a mi parte mitológica por más triptófano que le meta. Pero encontré algo que me interesó, que me gustaría que fuera efectivo:

almohada  especial para el insomnio

Una almohada muy especial - 25 g de azahar, 150 g de manzanilla, 200 g de eucalipto, 150 g de algodón. Rellene una funda con el algodón y agregue las hierbas. La manzanilla servirá para que se relaje, el eucalipto para dar una fragancia agradable y el azahar para quitarle la ansiedad que muchas veces es la responsable de que la persona no pueda conciliar el sueño.

Había otro consejo pero no me pareció muy agradable:

Cebolla - Cuántas veces picar cebolla nos pone a "llorar". Y después siente uno sueño. Pues bien, antes de acostarse, pique una cebolla. Y trate de olerla también ya que por la nariz le llegará el mensaje al cerebro más rápido.

No encuentro el motivo que hace que me despierte con la mente increíblemente activa a las cuatro horas de haberme acostado. Mis párpados se derrumban pero mis pensamientos corren como si mi cerebro estuviera incendiándose. Una hora después de haberme despertado, sigo en la cama, mi costado se empieza a entumecer, mi otro costado no quiere sostener el peso, el techo me desvela y me levanto con mucha bronca por el tiempo perdido despierto en la cama. Toda actividad que realice hasta que vuelva a dormir, rendirá en un 30% de lo normal y noto que mi mundo se derrumba de a poco.

Me acuesto ocho horas después y duermo sin interrupciones ocho horas, y una actividad no me atrae al horario normal, un mes en el gimnasio no cambió nada.

Voy a intentar dormir.

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